1.- Aumenta el prestigio y la credibilidad de tu empresa

Obviamente cuando buscamos información sobre un negocio confiamos más en uno que aparezca en internet y tenga calificaciones, feedback y relación con los clientes, que en uno que no esté visible. Además, un diseño llamativo y amigable nos ayudará a formar en la mente del cliente una imagen sobre nosotros que, con un buen branding, será exactamente la que nosotros queramos transmitir.

2. Información disponible las 24h del día los 365 días del año.

Tu web es una tienda abierta sin descanso donde los clientes potenciales pueden entrar en cualquier momento. ¿Te imaginas despertarte por la mañana y tener pedidos y encargos? Mientras tú descansas tu negocio permanece activo.

3.- Tendrás presencia en Google.

Si tienes una web acompañada de una fanpage de Facebook y tu local dado de alta en Google Maps, vas a multiplicar considerablemente el número de usuarios que te van a ver. Cuantas más plataformas utilices más cerca estarás de ser el resultado número 1 en las búsquedas de Google.

4.- Pásate de lo local, a lo Glocal.

Consigue clientes locales a través de tu posicionamiento en Google y ábrete al mundo ofreciendo tus servicios. Tal vez puedas exportar tu conocimiento o productos de forma online segmentando tu público objetivo. El límite, lo pones tú.

5.- Incrementa tus ventas.

¿Tienes un producto exitoso? vende tus servicios y productos de forma presencial y online, transformando tu empresa en ecommerce, o fragmenta tus servicios en cápsulas comerciales por separado, como manuales de venta, suscripciones a tu blog, videos y mucho más.

6.- Aumenta el valor añadido de tu marca personal.

Educa a tus clientes ofreciéndoles servicios explicativos, secciones de preguntas frecuentes que aliviarán las reclamaciones y genera para ellos contenido útil para interactuar con tu producto. Crea con estas dinámicas clientes fieles y estables.

7.- Compite con los grandes.

Tener tu sitio web te garantiza un trato cercano con tus clientes, con posibilidad de feedback inmediato. También puedes segmentar nichos de mercado pequeños, con bajo costo de implementación. Sal de la pecera hiperlocal para nadar en un mar de posibilidades económicas.

8.- Adáptate al ritmo de tus clientes.

Algunas personas saben lo que quieren. Buscan, comparan y compran. Otros sin embargo requieren de cierta asesoría que puedes ofrecer en tu rincón web. ¿Aún tienen dudas? Facilita un contacto para explicarles personalmente que vendes lo que ellos necesitan.

9.- Mantente actualizado.

No inviertas tanto en dípticos o información en papel que va quedando desfasada. Actualiza tu página con los contenidos más novedosos para complementar tu producto o servicio. El marketing online, el rediseño del branding, o un cambio de logotipo incluso, te costará menos y tendrá más impacto que un folleto o una publicación en un medio tradicional.

10.- Súbete al mercado online.

Las posibilidades de hacer estrategias de marketing online no tienen límites. Vídeos, blogs, fotografías, gifs, mailing, streaming… Las plataformas se regeneran cada día y a cada momento salen nuevas formas de comunicarnos digitalmente. Eres tú quien pone las reglas y elige los canales que mejor conectan con tu público objetivo.